Si me preguntan ¿cuál es tu visión de la Educación Artística?, lo primero que respondo es despertar sensibilidades y enseñar a leer e interpretar sus códigos, abrir la mente hacia lo abstracto, hacia aquello que parece no tener explicación ni sentido, y construir una visión del arte como forma de expresión. Es por ello que, el educador artístico, en mi opinión, debe desempeñar un papel orientador para el desarrollo de las sensibilidades artísticas de sus educandos, de un modo cercano y motivador, despertando en ellos las ansias de nuevos descubrimientos y de aprendizajes más avanzados.
Todo esto es muy bonito. Claro que, en una visión más realista, podríamos decir, o más bien denunciar, el papel al que han sido desterrados los educadores artísticos en los institutos, de modo que la pregunta ahora es: ¿para qué ha quedado la labor de un profesor de Educación Plástica y Visual?
Isabel, 45 años. Profesora de EPV en un instituto del Aljarafe. Imparte clase en 2º, 3º y 4º de ESO. <El problema es que todo el esfuerzo lo concentro en que me presten atención, [...] al final para ellos son más importantes otras materias como las Matemáticas o la Lengua y a veces ni eso. [...] Ni hacen las prácticas que les mando ni nada, mi asignatura se ha convertido en la "maría" del instituto y ya me es difícil corregir la imagen que tienen de ella. [...] Yo lo intento cada día, pero muchas veces me dan ganas de tirar la toalla y decir "haced lo que queráis"... total, ellos sólo se esfuerzan en las asignaturas cuya evaluación es simplemente un examen y no se preocupan de aprender nada más. Parece que nada les interese [...]. Francamente es desesperante.>
La realidad en los institutos de hoy día es que el profesor de Educación Plástica y Visual nada entre dos aguas, se debate entre el reto de educar a sus alumnos en el arte y las prácticas artísticas, y la lucha para que se le tome en serio, más concretamente, su asignatura. Como menciona Isabel en la entrevista, su asignatura es considerada la "maría" del instituto, lo que significa que el error reside en alguna parte: bien en sus alumnos, cuya cultura general es escasa y sus intenciones de ampliarla son nulas (y, si existen, el arte no está entre ellas); o bien en ella, que no "atina" con el método de enseñanza adecuado para motivarlos y cambiar el concepto que, de su asignatura y del arte en general, invade sus mentes sólo preocupadas por aquellas materias que se aprueban con un examen.
Entonces, tras esta reflexión, si me preguntan "¿cuál es tu visión de la Educación Artística?", responderé que, aunque se encuentre en una posición precaria en cuanto a importancia de las materias del currículo del curso, sé que aún hay esperanza, y mediante la innovación de los medios de enseñanza encontraremos un método revelador para paliar esta situación. Ésta es la labor del educador artístico, ser creativo en el proceso Enseñanza/Aprendizaje y devolverle su sitio a la educación del Arte, tan necesaria para el desarrollo personal e intelectual de nuestros adolescentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario